QUE
NOS PASA?
Arq.
Abel Colorado Sáinz.
Aturdidos, espantados,
desesperados, preocupados…molestos, así
andamos, a los problemas cotidianos de cada familia ahora se han sumado otros
muchos como si fuera una gran montaña de calamidades que se desmorona hacia
nosotros sin ninguna oportunidad de defendernos. Para donde quiera que
dirijamos la mirada encontramos escenarios muy complicados; me comenta mi
vecino que ya no quiere leer los diarios, entrar al facebook y mucho menos ver
televisión, ya que la mayoría de las
noticias no son nada halagadoras. Y tiene razón, veamos:
Marchas de maestros por las
calles de la ciudad, cierre de escuelas y miles de niños y jóvenes sin clases,
bloqueos de carreteras y casetas de peaje; todo atentando contra terceros, sin
ninguna consideración, los viajes por salud, placer, trabajo o por cualquier
otra causa ya no es posible programarlos pues no se tiene la seguridad de
llegar con bien y a tiempo a nuestro destino. Ahora se ha vuelto casi obligatorio llamar diariamente a CAPUFE
para preguntar si están tomadas las casetas o si hay algún bloqueo en la
autopista. ¿Hasta donde hemos llegado?.
Aparte, tenemos que agregar
los constantes robos a casas habitación y comercios, las llamadas telefónicas
con amenazas, los asaltos en autobuses y taxis, el incremento de la violencia nos tiene asustados.
Volteamos para otro lado y encontramos el dolor humano a causa de fenómenos
naturales que han provocado inundaciones y deslaves en varias partes del país, dejando
muerte a su paso y mucha gente pobre en
la desgracia, pero también nos indigna saber que varios de esos desastres
pudieron haberse evitado de no ser por los actos de corrupción y negligencia de
las autoridades competentes. Lo único que nos levanta el ánimo y nos conmueve
es ver el alto grado de solidaridad de nuestro pueblo que siempre está
dispuesto a llevar ayuda a quienes se encuentran en el desamparo.
Y así pasamos a otro asombro
cuando conocemos los sueldos, prestaciones y pago de comisiones y viáticos de
los diputados, aparte de los jugosos salarios para sus asesores y secretarios,
¡Qué barbaridad!, con razón están tan peleadas las candidaturas, compare usted,
un profesor académico de la UNAM, con estudios de maestría, doctorado y buen
nivel en el Sistema Nacional de Investigadores tiene un salario mensual neto de:
$ 39,000.00, un diputado lo menos que recibe son $ 120,000.00.
Para terminar, salta el tema
de las reformas, que son el pan nuestro de cada día, la gran mayoría de los
ciudadanos no las conoce porque no las ha leído y tampoco se les ha dado la
difusión adecuada para su mejor entendimiento, por eso es que se generan miles de rumores infundados que nos mantienen
molestos, enojados y sin dar crédito a lo que pudiera ser mejor para todos.
Así están las cosas, nos
queda mantener la calma y continuar con nuestras actividades con una buena
actitud, con sentido propositivo y poniendo siempre por delante el amor a
México.

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