martes, 3 de diciembre de 2013

QUE NOS PASA?

QUE NOS PASA?
Arq. Abel Colorado Sáinz.
Aturdidos, espantados, desesperados, preocupados…molestos,  así andamos, a los problemas cotidianos de cada familia ahora se han sumado otros muchos como si fuera una gran montaña de calamidades que se desmorona hacia nosotros sin ninguna oportunidad de defendernos. Para donde quiera que dirijamos la mirada encontramos escenarios muy complicados; me comenta mi vecino que ya no quiere leer los diarios, entrar al facebook y mucho menos ver televisión, ya que  la mayoría de las noticias no son nada halagadoras. Y tiene razón, veamos:
Marchas de maestros por las calles de la ciudad, cierre de escuelas y miles de niños y jóvenes sin clases, bloqueos de carreteras y casetas de peaje; todo atentando contra terceros, sin ninguna consideración, los viajes por salud, placer, trabajo o por cualquier otra causa ya no es posible programarlos pues no se tiene la seguridad de llegar con bien y a tiempo a nuestro destino. Ahora se ha vuelto  casi obligatorio llamar diariamente a CAPUFE para preguntar si están tomadas las casetas o si hay algún bloqueo en la autopista. ¿Hasta donde hemos llegado?.
Aparte, tenemos que agregar los constantes robos a casas habitación y comercios, las llamadas telefónicas con amenazas, los asaltos en autobuses y taxis, el  incremento de la violencia nos tiene asustados. Volteamos para otro lado y encontramos el dolor humano a causa de fenómenos naturales que han provocado inundaciones y deslaves en varias partes del país, dejando muerte  a su paso y mucha gente pobre en la desgracia, pero también nos indigna saber que varios de esos desastres pudieron haberse evitado de no ser por los actos de corrupción y negligencia de las autoridades competentes. Lo único que nos levanta el ánimo y nos conmueve es ver el alto grado de solidaridad de nuestro pueblo que siempre está dispuesto a llevar ayuda a quienes se encuentran en el desamparo.
Y así pasamos a otro asombro cuando conocemos los sueldos, prestaciones y pago de comisiones y viáticos de los diputados, aparte de los jugosos salarios para sus asesores y secretarios, ¡Qué barbaridad!, con razón están tan peleadas las candidaturas, compare usted, un profesor académico de la UNAM, con estudios de maestría, doctorado y buen nivel en el Sistema Nacional de Investigadores tiene un salario mensual neto de: $ 39,000.00, un diputado lo menos que recibe son $ 120,000.00.
Para terminar, salta el tema de las reformas, que son el pan nuestro de cada día, la gran mayoría de los ciudadanos no las conoce porque no las ha leído y tampoco se les ha dado la difusión adecuada para su mejor entendimiento, por eso es que se generan  miles de rumores infundados que nos mantienen molestos, enojados y sin dar crédito a lo que pudiera ser mejor para todos.
Así están las cosas, nos queda mantener la calma y continuar con nuestras actividades con una buena actitud, con sentido propositivo y poniendo siempre por delante el amor a México.
 

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