LA ARQUITECTURA Y SU LENGUAJE
Arq.
Abel Colorado Sáinz.
Cuando hablamos de un edificio, claramente estamos
suponiendo que la arquitectura, además de sus funciones principales, también es
un medio de comunicación. Como un párrafo escrito sobre un papel lleva consigo
significados, en este caso, los arquitectos
expresamos las ideas y aquellos que leen los mensajes deben tener algún
conocimiento del lenguaje que se está empleando. Así, tenemos que el arquitecto, al asumir la
responsabilidad de hablar mediante sus edificios debe saber determinar qué es
lo que quiere decir y al mismo tiempo tener muy buenas nociones del idioma que
habla.
El lenguaje, tal como lo conocemos, consiste en
símbolos, palabras, oraciones, gestos, formas y todo lo que puede ayudar para
la comunicación. En la arquitectura, los símbolos se traducen en paredes,
techos, puertas, ventanas, escalones, etc., elementos mediante los cuales se
construye un edificio. Cada uno de estos se pueden diseñar de manera diferente
y luego ensamblarlos de varias formas, como sucede en la música y en la poesía,
el resultado final depende del poder creativo y expresivo de su autor y de la
capacidad interpretativa y receptiva que posean
aquellos que actuarán como lectores, ya que ambas partes de este acto de
comunicación pueden ser diferentes, según los individuos que estén involucrados,
tomando en cuenta sus experiencias, prejuicios, convicciones y sensibilidades;
no es raro que una misma obra de arquitectura pueda significar tantas cosas
distintas a tantas diversas personas y sea motivo de fuertes discusiones.
Para entender mejor lo que corresponde al lenguaje de
la arquitectura, podemos considerar como ejemplo la palabra “puerta”. Empezaremos por cuestionar ¿Qué es una
puerta?, esencialmente es una abertura sobre una pared, lo que quiere decir que
antes de tener una puerta debe existir una pared, sabemos que una pared se
construye para separar algo, sirve para
mantener a las personas en el interior o en el exterior, así como también deja
fuera al aire, la lluvia, el frío y los
animales, sin embargo, la puerta es un elemento que permite atravesar una
pared, su tamaño y forma estarán en función de las personas o cosas que pretendan pasar a través de ella.
Ejemplo: una puerta para una persona, una puerta para un automóvil.
Según el tamaño y forma de la puerta, uno puede “leer”
para que sirve. La puerta para una persona es de aproximadamente 2.50 de altura
por un metro de ancho, si hay una
puertita cortada en la parte inferior de una puerta quiere decir que es para el
perrito, la puerta que es más ancha que alta se entiende que es para un
vehículo.
Cuando el arquitecto usa una puerta como dispositivo
para comunicarse con otra persona, está hablando su lenguaje, recordemos la
frustración que causa el no poder encontrar la entrada de un edificio y la
pesadilla que todos hemos tenido al encontrarnos atrapados en algún lugar sin
poder localizar la puerta de salida.
No importa que tan diestro sea el arquitecto para usar
sus palabras, es la calidad de su pensamiento lo que sí importa, si lo que
tiene que decir vale la pena, el lenguaje será el adecuado.

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