miércoles, 4 de diciembre de 2013

LOS GRANDES MOMENTOS DE LA VIDA


LOS GRANDES MOMENTOS DE LA VIDA

Arq. Abel Colorado Sáinz.

No cabe duda que el destino nos tiene preparadas infinidad de sorpresas que conforme vamos avanzando en nuestro diario camino se convierten en vivencias que nos marcan y nos dejan huellas para siempre. De tal manera que nos acostumbramos a convivir  con tristezas, alegrías, desalientos, júbilo, melancolía, miedos, corajes, sentimientos y preocupaciones de todo tipo.

Una manera de sacarle provecho a estas experiencias es compartirlas con la familia y con los amigos, de ahí surge el presente comentario que hoy me ocupa. Hace unos días, recibí la llamada del novio de mi hija mayor, un joven profesionista, trabajador y buen muchacho, pedía audiencia para platicar con los suegros ya que tenía algo muy importante que confiarnos. De momento, pensamos que algo malo ocurría y que tal vez necesitaba apoyo o ayuda. Sin embargo, grande fue nuestra sorpresa cuando vimos que se armaba de valor y entre nervios y más nervios nos expresó que el motivo del encuentro era para comunicarnos que había llegado el momento de pedir la mano de nuestra hija. Cabe decir que para nosotros como padres, después de un afortunado noviazgo de casi cinco años fue una excelente noticia.

La amena entrevista ameritaba un comentario alentador,  le platiqué que todos los seres humanos en la vida nos vamos encontrando con momentos buenos y malos, que  en mi caso, siempre llevaba conmigo una canasta imaginaria en la cual iba depositando cada uno de los grandes momentos de mi vida, y le puse varios ejemplos: 1.- Cuando aprobé mi examen de admisión en la universidad, ya que en esos tiempos no era fácil el ingreso a la UNAM. 2.- Cuando presenté  mi examen profesional y el jurado me tomó la protesta … y no recuerdo nada de aquel protocolo  porque se me vinieron encima todos los recuerdos  de penurias y sacrificios que tuvieron que pasar para alcanzar esa meta. 3.- Cuando decidí unirme en matrimonio, porque llegaba a una etapa de la vida  donde era necesario formar una familia en el amor, con la compañía de alguien y que debía ser para siempre. 4.- Cuando fueron naciendo cada uno de mis tres hijos, porque nada se compara a tener entre las manos a un ser que lleva tu sangre y que será la luz principal del resto de tu camino.

Alcancé a decirle que ahora mismo en mi canasta estaba siendo depositado el gran momento que él había propiciado con su inesperada, “valiente” y sorpresiva decisión y que a partir de ahora lo invitaba a que revisara su paso por la vida y empezara a llenar su propia canasta de momentos inolvidables.

Me animé a compartir con los lectores esta vivencia porque creo conveniente que los padres debemos sentarnos a conversar con los hijos, sean chicos o grandes, tratemos de estar al pendiente de ellos aunque no les parezca, para nosotros siempre van a ser niños. No dejemos de transmitirles nuestras experiencias, buenas o malas todas enseñan y los van nutriendo y formando. Vale la pena que investiguemos y nos enteremos cómo se encuentra actualmente su canasta y cuántos buenos momentos llevan almacenados en ella.

Involucrémonos más en la familia y olvidemos al menos por un rato las muchas noticias que a diario nos llenan de preocupaciones, temores y desesperanza, como la creciente inseguridad,  los pleitos por las reformas del gobierno, los aguinaldos escandalosos de los altos funcionarios, la nueva escalada de precios y los altos índices de pobreza y desigualdad social.

 


 

 

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